Paseos por Córdoba (Uno), es una presentación de acuarelas de Mayte Cañete, con poemas descriptivos de Fernando Cravioto.
PUENTE ROMANO
Unidor de las orillas del gran río,
majestuoso vencedor de las corrientes,
se levanta con sus ancianos arcos,
este romano y legendario puente.
Azules aguas que tiñen a su paso,
la flora y la fauna que coexisten
en el verdor que aflora en sus riveras
y con el que sus árboles se visten.
Al fondo, sublime e imponente,
se alza la mezquita, deslumbrante,
con su torres y cúpulas solemnes,
entre luces y sombras matinales.
Acunada por la morena sierra,
y besada por el azul celeste,
duerme Córdoba, al amparo de su río,
conquistado por este hermoso puente.
* * *
Fernando Cravioto
07/10/2016
RÍO GUADALQUIVIR
Gracias, ojos, que mi placer colmáis,
a la vista de este río que nos navega.
Gracias, oídos, que apuráis con gozo,
la vida, que con sonidos se expresa.
Gracias, olfato, que impregnas mi interior
con la mágica esencia de lo olido.
Gracias, piel, por captar la vibración
del color, sabor y olor que vive el río.
A su paso por Córdoba, la llana,
el río baña con tonos y matices,
de colores rosados y verdosos,
de ocres, amarillos y de añiles.
Una estampa, sin lugar a dudas, bella,
que embelesa mis sentidos más pueriles.
* * *
Fernando Cravioto
08/12/2015
LA MEZQUITA
Suntuosa se vislumbra contra un cielo,
que salpicado de variopintos tonos,
sirve de fondo a esta preciosa imagen
de la Mezquita de Córdoba en su trono.
Vergel frondoso que en su falda dormita
llenando todo de vida y alegría,
fundiéndiose con las torres y tejados
que iluminados son por la luz del día.
Torres, palmeras, tejados y cipreses,
manchando de colores el paisaje,
se confunden en un todo de belleza
do la Mezquita resalta con donaire.
* * *
Fernando Cravioto
07/10/2016
PASEO POR LA MEZQUITA
Como un turista, asombrado,
paseo por la Mezquita
caminando entre sus arcos
llenos de sombra y de vida.
La luz juega con las sombras
y llena de paz la escena
donde se vislumbra, en calma,
a quien sentado descansa
y a otros tantos que pasean.
Árboles frondosos, verdes.
Cielo azul, calle violeta.
Arcos de gran herradura
dorados por tantos siglos
echándose al sol la siesta.
Cálido color que envuelve,
que me posee y me penetra,
que hace que me sienta vivo,
y que venir a este mundo
haya valido la pena.
Paseo por la Mezquita...
es un lujo y una fiesta.
* * *
Fernando Cravioto
19/07/2020
PATIO DE LOS NARANJOS
Los naranjos de su patio,
al vestirse de azahar,
reflejan la luz del sol
en las aguas de su fuente,
cristalina, transparente,
donde regresas, si bebes,
según dice aquí la gente.
Es un hermoso vergel,
el Patio de los Naranjos,
que, de su preciosa fuente
puedes sus aguas beber.
¡Ay, Patio de los Naranjos!
Cielo azul que te cobija,
árboles, fuente y fachadas...
Al arrullo de las sombras,
una silueta descansa
para observarte de cerca,
mientras la tarde se marcha.
Al Patio de los Naranjos
te juro que he de volver,
y de su preciosa fuente
volver a saciar mi sed.
* * *
Fernando Cravioto
30/07/2017
EL ALCÁZAR
Sobria fachada exterior
de esta ilustre fortaleza,
que resguarda, en su interior,
patios, jardines y salas
de una sublime belleza.
Sus torres, como defensa,
han visto pasar los siglos
y siguen tan altaneras,
mostrándose al cielo azul
con quietud y con firmeza.
Equilibrado paisaje
mezcla de color y esencia
que combina en este cuadro,
la naturaleza viva
y los sillares de piedra.
Alcázar Andalusí,
hoy, de los Reyes Cristianos,
que, Córdoba, la de España,
tiene como potosí.
* * *
Fernando Cravioto
20/07/2020
POR LA JUDERÍA
Apenas que te asomas por la calle,
se percibe el olor a Judería.
Olor a cal bañada por el sol,
y a flores alegrándote la vida.
Tejas, que de color marrón pintadas
culminan la estructura de las casas.
Negras rejas guardando las ventanas,
ojos que en las paredes se destacan.
Las aceras, pequeñas y onduladas,
invitan a que nadie las transite,
y duermen, a sus fachadas pegadas,
librándolas de golpes y de envites.
Dos siluetas se acercan calle abajo
arrojando su sombra en la calzada,
que pintada de grises y marrones,
contrasta con la luz de la mañana.
* * *
Fernando Cravioto
11/05/2016
CALLEJA DEL PAÑUELO
He seguido a una morisca
que ha cautivado mi ser
y he llegado hasta esta calle
persiguiendo a esa mujer.
Un árbol de sombra fresca
vigila el acceso al patio
como un soldado guardián
que te restringiera el paso,
pidiendo la contraseña
o bien sacando el venablo.
Con la anchura de un pañuelo
entre pared y pared,
paso por esta calleja
con el ansia de encontrarla,
adentrándome hasta el patio
que cobija en su interior,
donde, al lado de un naranjo,
una fuente mana agua.
Luz blanca de cal bruñida
salpicando todo el patio
al que adornan las verbenas
con sus alargados tallos.
Al fondo y ante su puerta,
se elevan dos grandes arcos.
Luces y sombras, unidas,
conforman este escenario.
* * *
Fernando Cravioto
19/07/2020
PALACIO DE VIANA
Sobria fachada la que a su puerta alberga,
de una mansión tan antigua y solariega,
que a lo largo de sus siglos de existencia
ha impregnado a la nobleza cordobesa.
Con el paso de los años no ha cambiado
su estructura, su tesón y su firmeza.
Más bien mantiene su porte y robustez
como adalid levantando su cabeza.
Su gran puerta de madera noble y recia
escoltada por ventanas y balcones,
se dibuja en su fachada principal,
adornada con sus rejas y faroles.
En el centro, y mostrando su grandeza,
piedra caliza con el escudo de armas.
Tonos dorados en tejas y en la piedra,
engalanan recubriendo su techado.
Un arbolado da sombra verde y fresca
a quienes huelgan, sentados en un banco.
Otros deciden sentarse en la terraza
cuidándose, con sombrillas, del solano.
Es una imagen tranquila y apacible
con tonos verdes, azules y dorados.
* * *
Fernando Cravioto
20/074/2020
PATIO DE LAS REJAS
Uno de los doce patios
del Palacio de Viana,
hermoso, como el que más,
que, de las Rejas, se llama,
expuesto queda a la calle,
a través de rejas amplias,
para mostrar al viandante
la nobleza de esta casa.
Patio mimado y querido,
ornamentado de plantas,
cítricos en espalderas
y macetas de centaura,
rodean la bella fuente
que en el centro se levanta,
aunque grácil y pequeña,
majestuosa y galana.
Se respira paz en él
sirviéndonos de terapia,
al escuchar el sonido
que hacen los chorros de agua,
mezclados con los colores,
que acarician la mirada.
Verdes, rosas y dorados.
Azules, magenta y malva.
* * *
Fernando Cravioto
20/07/2020
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