EL OTOÑO

(Charo Manjón)

 

Lejos, al horizonte,

la tarde se ilumina

con un color dorado

que me anima.

 

Anochece... 

la tarde ya declina.

Los árboles en otoño,

me parecen todos

anonadados, oscuros,

que perecen.

 

Los veo 

abandonados de sus hojas,

color ocre dorado.

El suelo es un tapiz

de miles de hojas,

de los árboles,

que de su traje se despojan.

 

Las ramas, infelices, tiritando,

no pueden comprender

qué está pasando.

Unas a otras se miran

tan peladas, tan secas

y tan destartaladas,

que parecen llorar 

acongojadas.

 

Pero pronto vendrá la primavera

y resucitarán,

adornando con sus hojas

las praderas.

 

* * *

C.M.

 

 

EL OTOÑO

(Fernando Cravioto)

 

La luz tenue de unos rayos de sol

 

penetra a través de las hojas de los árboles,

 

irradiando claridad y calidez,

 

y al posarse suavemente sobre mi faz,

 

hacen que sueñe contigo.

 

 

Ha llegado el otoño.

 

 

En este momento,

 

 

en que todo invita al recogimiento,

 

me dejo reposar sobre tu pecho,

 

y oyendo los dulces latidos de tu corazón,

 

me abandono a la ensoñación

 

y a la seguridad de tus brazos.

 

 

Disfrutemos el otoño en nuestras vidas,

 

Amor.

 

* * *

Fernando Cravioto

21/09/2012

 


Comentarios: 3
  • #3

    María Laura Procik (martes, 16 mayo 2017 01:16)

    ¡Un placer!

  • #2

    Fernando Cravioto (lunes, 15 mayo 2017 14:03)

    Muchas gracias, María Laura, por leer y comentar. Es un aporte de riqueza compartido. Este poema (el mío) parte de una emoción, un sentimiento real. La inmensa mayoría de mis poemas nacen directamente de una sensación que me ha ocurrido, que he vivido. Y gracias por tus alabanzas. Un abrazo.

  • #1

    María Laura Procik (lunes, 15 mayo 2017 04:35)

    Dos poemas bellos con diferentes miradas sobre el otoño. El primero, el poema de Charo, me trae cierta nostalgia y desesperanza, con la desnudez de las ramas que pierden su verde cobertura, pero termina con la esperanza de la primavera. Lo mismo que sucede en la vida. A veces hay que "perder hojas", sufrir el dolor para renacer en una primavera esperanzadora.
    El poema de Fernando ve el otoño con el crisol del amor, y todo es luz, tibieza y ensueño. ¡Bellísimos ambos!. ¡Gracias por compartirlos!