Una vida.

Algo a lo que apenas se le da importancia en los tiempos que corren.

Sin embargo, una vida está llena de recuerdos, de memorias,

de sentimientos de lo vivido: 

la niñez, los padres, los hermanos, los amigos...

 

Brota por vez primera el amor y una vez embargados en él,

el matrimonio, los hijos, los nietos,

la vejez, la enfermedad, la muerte.

 

Toda una vida que para algunos no es nada,

pero que irremediablemente forma parte 

del inmenso tapiz que entre todos vamos tejiendo

hasta que nuestra estancia aquí adquiera sentido,

y por fin nos sintamos plenos, satisfechos, en paz.

 

* * *

Fernando Cravioto

01/08/2008 

 

(A la muerte de mi madre)


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