Madre: todavía no he sentido el Amor;

Y, a veces, imaginando cómo podría ser,

revivo en mi memoria el aleteo de aquellas mariposas

que flotando entre bellas flores,

iluminaron por un momento mi corazón.

Aquella cálida voz de un desconocido que me devolvió a casa,

la vez que me perdí entre aquel gentío.

Aquella Navidad en la que todo eran sonrisas y no importó nada

que hubiera hecho pedazos el jarrón del salón...

 

Padre: todavía no he sentido el Amor,

pero, a veces, recuerdo lo que sentí en mi interior cuando,

después de aquel profundo silencio,

me diste las “buenas noches”

aquella vez que llegué tan tarde a casa y no sabíais nada de mí.

 

Padres: todavía no he sentido el Amor, mas...

¿Qué es esta fuerza que os impulsa una y otra vez a estar unidos con vuestra familia,

cuando, tantos días parece que todo se vaya a romper,

que no nos conozcamos, y sin embargo, a la mañana siguiente,

como si nada hubiera pasado, volváis a sonreír y a compartir vuestras vidas,

intentando, de nuevo, ser felices?

 

Todavía no he sentido el Amor, pero siento que viviendo ajeno a todo esto,

es como aún no haya logrado saborearlo.

Todavía no he sentido el Amor,

pero no pierdo la esperanza de que algún día lo sienta,

y entonces, no lo dejaré escapar.

 

* * *

Fernando Cravioto

25/12/2002

 

 


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