Se ha parado en mi ventana

una estrella que bajó. 

Le he preguntado "¿quién eres?" 

y me ha contestado: "Yo". 

 

Al amanecer te busco

no lográndote encontrar. 

Me paso así el día entero, 

y vuelve la oscuridad. 

 

Hoy han bajado a buscarla 

sin podérsela llevar. 

Arraigada está a la Tierra 

y no se quiere marchar. 

 

Desde que llegaste al mundo 

tu cuerpo ha sufrido tanto... 

que ya es hora que descanse 

y lo cubran con un manto. 

 

A veces me hace reír... 

es como una campanilla. 

Y otras veces, infeliz, 

me saca de mis casillas. 

 

A toda costa, vivir 

en esta Tierra persigues. 

Sin darte cuenta consigues 

a toda costa sufrir. 

 

Tres rayos de Luz intensa 

penetran en tu morada, 

y tú les cierras la puerta 

ignorando que te aman. 

 

Como luz de primavera 

que llegara a mi jardín, 

recuerdo tu risa tierna 

cuando aún morabas aquí. 

 

Recorriendo los caminos 

tan angostos de la vida, 

anduve recto el sendero 

porque tú me conducías. 

 

Encuentro a faltar tu risa

y tu cariño de madre, 

ahora que tú ya te has ido. 

Ahora que quiero, ya es tarde. 

 

Por tu insana comprensión 

has vivido en la amargura 

mas al final te has llenado 

de inesperada ternura. 

 

* * * 

Fernando Cravioto

Octubre de 2008

 


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